Traducido por Luis R Castellanos de CNN
La cerca exterior colocada para proteger el Capitolio de los Estados Unidos después de los sucesos del 6 de enero ha comenzado a ser desinstalada, lo que permite al público recuperar el acceso a los terrenos del emblemático edificio.
Se observó a los Guardias Nacionales comenzando el proceso de remoción este fin de semana, y para el domingo, gran parte de la cerca negra que había hecho del complejo una fortaleza durante casi tres meses había sido desmantelada, dando paso al típico desfile de corredores, ciclistas y otros visitantes de una vez más aproveche el espacio verde.
La remoción será un cambio bienvenido para un público acostumbrado a tener un acceso libre a los terrenos, algo que cambió rápidamente después de que la Policía del Capitolio de los EEUU perdiera temporalmente el control del edificio el 6 de enero.
En las semanas posteriores, los funcionarios erigieron las cercas, algunas de las cuales estaban repletas de alambre de púas, y, aparte de las decenas de guardias y otras personas de seguridad apostadas alrededor del perímetro, las únicas personas a las que se les permitió ingresar al recinto fueron los legisladores, el personal, invitados acompañados y miembros de los medios de comunicación.
Además del predio reabierto, algunas calles cercanas al complejo también reabrieron este fin de semana al tráfico vehicular.
El Sargento en Armas interino Timothy Blodgett les dijo a los legisladores y al personal del Congreso en un memorando que la USCP, junto con el arquitecto del Capitolio, “eliminaría la cerca del perímetro exterior. alrededor del complejo del Capitolio antes de lo previsto inicialmente “.
El memorando decía que la decisión se tomó porque “no existe una amenaza conocida y creíble contra el Congreso o el Complejo del Capitolio que justifique la valla de seguridad temporal”.
La policía del Capitolio todavía cree que está operando en un entorno de mayor amenaza debido al clima político y al aumento del extremismo violento nacional, según un correo electrónico interno del departamento, pero también sostiene que no existe una amenaza creíble conocida para el Congreso o el Capitolio. La fuerza policial dijo en el correo electrónico que los planes podrían cambiar si los funcionarios se enteran de nuevas amenazas.
Algunos legisladores habían presionado para que el USCP redujera algunas de las medidas de seguridad implementadas después de los disturbios, y los líderes del Congreso están discutiendo actualmente un nuevo paquete de financiación de $ 2 mil millones que reforzaría la seguridad alrededor del Capitolio y reforzaría las vulnerabilidades expuestas por los hechos del 6 de enero, según fuentes cercanas.
Entre los muchos detalles a considerar, dijo una de las fuentes, se encuentran una cerca permanente alrededor del Capitolio, cientos de nuevos miembros del personal de seguridad, ya sea la Guardia Nacional o una presencia de la policía militar, y nuevas autoridades para que la Guardia Nacional del Distrito de Columbia pueda ser enviada en situaciones de emergencia.
